Instituciones: Casa de Letras

Una casa que forma escritores

 

Una escuela de escritura y oralidad destinada a “quienes aman la literatura y quieren hacer de su pasión un oficio” es la que han fundado hace unos años Blanca Herrera y Carlos Lutteral. Desde entonces, y con un equipo de docentes conformado por escritores y narradores orales de prestigio, Casa de Letras busca darle las herramientas básicas y necesarias a aquellos que quieren dedicarse a narrar. Aquí sus fundadores nos cuentan las características de esta propuesta y comparten con nosotros la síntesis de un informe sobre la formación de autores en otros países.

En la esquina de Perú y Belgrano, cerca del Río de Plata, en un imponente edificio con historia, cúpulas y gárgolas, se alza Casa de Letras, el espacio que muchos aspirantes a escritor toman como el punto de partida para su travesía en el oficio literario. La balandra visitó el lugar, y con el fondo del espléndido paisaje que entraba por las ventanas (la inmensidad acuática franqueada por cientos de edificios porteños), conversó con los creadores de esta casa singular.

–¿Cuando y cómo nace la idea de fundar Casa de Letras?

–Partimos de una concepción simple: todas las artes (la danza, la plástica, la música y por qué no la escritura literaria) contienen saberes técnicos, procedimientos y herramientas que es posible transmitir para favorecer el desarrollo del talento y el imaginario de cada uno. Y así como desde hace décadas existen los conservatorios de música, las escuelas de danza y de artes plásticas, creímos necesaria una institución donde se brindaran recursos específicamente literarios. Esta convicción constituyó la idea matriz de la escuela de escritura de Casa de Letras, concepto que no existía en Buenos Aires hacia fines de 2005. La experiencia adquirida en el diseño y desarrollo de una escuela de narración oral creada en 2001 permitió avanzar hacia una propuesta pedagógica en escritura creativa: un plan de estudios plurianual, organizado en varias materias, coordinadas por diferentes profesores que son –y esto es algo que nos distingue– escritores.

–¿En qué se diferencia Casa de Letras con la Facultad de Letras, y en qué con los talleres literarios?

–Casa de Letras es una escuela de escritura creativa que ofrece una carrera de formación. Se diferencia de los talleres literarios en que propone un conjunto de materias que componen un todo, donde cada una tiene objetivos que se complementan con los de las otras. El segundo rasgo diferenciador es la pluralidad de miradas sobre el quehacer literario, ya que cada materia es conducida por un escritor diferente.

Por otra parte, se diferencia de la Facultad de Letras en que el enfoque de Casa de Letras está centrado en el ejercicio de la escritura literaria; los conocimientos teóricos para cada asunto o tema se desprenden de la práctica constante.

–¿Qué objetivos tenían en su origen, y cómo se han ido modificando a lo largo de estos años de trabajo?

–En su origen nos propusimos la misión de enseñar y desarrollar la escritura literaria, y esto no ha variado a lo largo de los años. No obstante, el plan de estudios se encuentra en permanente revisión, como si se tratara de una arcilla moldeable que no pretende arribar a una forma definitiva, sino a una mejor cada día. Esa revisión se vuelve indispensable, ya sea por la experiencia que vamos acumulando, ya sea por los trabajos de investigación que hemos ido a realizar a Europa y Canadá, donde hemos visto e indagado en modelos de enseñanza diferentes.

–¿Este trabajo es el que han presentado bajo el título de “La escritura creativa en Canadá y en España”?

–Exactamente. Es un informe sobre la enseñanza de la escritura en Canadá y su comparación con el caso argentino, resultado del trabajo de campo que hemos realizado en las universidades canadienses gracias a la beca que nos fue otorgada en 2010. El informe incluye consideraciones sobre la pedagogía de la escritura creativa en Europa continental –Casa de Letras es el único miembro no europeo de la EACWP (Asociación Europea de Programas de Escritura Creativa)–, y estamos muy contentos de poder compartirlo hoy con La balandra (Leer informe completo).

–¿Es posible para ustedes formar escritores?

–Definitivamente podemos ayudar a quienes deseen hacer de su pasión un oficio. Si bien creemos que a escribir se aprende escribiendo, consideramos necesario aportar un conjunto de herramientas para guiar al escritor a descubrir aquellos procedimientos que solo quizás nunca descubría, o que lo haría tras muchos tropiezos. En eso consiste nuestro programa básico.

–¿Cómo está desarrollado el programa de formación para escritores?

–El Programa de Formación Integral en Escritura Narrativa está estructurado pedagógicamente sobre tres ejes principales: la escritura propiamente dicha, la lectura crítica y la creatividad. En el primero, el alumno aprende a expresar sensaciones, atmósferas, diálogos, puntos de vista. Practica los mecanismos de construcción, ordenamiento y planificación de los elementos de una historia. Es guiado en la búsqueda de su máximo rendimiento expresivo, por decirlo de alguna manera. En el segundo eje, el alumno se forma como un lector crítico no inocente, capaz de analizar una amplia gama de textos y detectar los procedimientos literarios de que se valen los autores, para después aplicarlos en sus propios textos. Y el tercer eje está orientado a explorar y desarrollar la posibilidad de crear que todos tenemos dentro. Se intenta superar las dificultades que impiden la expresión creativa y descubrir los mecanismos de producción de las ideas. La propuesta formativa se organiza en un ciclo básico de dos años de duración, con seis materias obligatorias comunes y dos materias opcionales seleccionadas por el alumno. La cursada es presencial con cuatro horas de carga semanal.

Completado este ciclo inicial, se ofrece un año adicional de tutoría grupal de obra para quienes tengan proyectos de escritura iniciados y deseen supervisarlos con algún escritor del claustro de profesores.

–¿A quiénes está destinado el programa de formación para escritores?

–El programa admite un amplio espectro de profesiones, intereses, experiencias de vida y edades. Se privilegia la consolidación de grupos de pares, que a su turno, colaboran entre sí como primeros lectores y críticos. El aprendizaje se completa para cada uno, con las devoluciones que los otros compañeros reciben por sus respectivos trabajos.

–¿Hay posibilidades de que Casa de Letras pueda ser una opción para gente que no viva en Capital Federal o alrededores?

–Estamos justamente abocados a atender esta demanda –que crece año a año– y que procede del interior del país y de países limítrofes. La idea es desarrollar un campus virtual para ofrecer la misma carrera que se brinda de modo presencial en el formato online. Esta modalidad de enseñanza va a permitir la integración de varias comunidades de habla hispana, a la vez que se favorece el acercamiento y el intercambio entre literaturas concebidas en diferentes contextos geográficos y sociales.

–¿Existe una propuesta alternativa para quienes no deseen cursar una carrera de escritura?

–Sí, en Casa de Letras se ofrecen talleres y cursos breves de formación continua: otros géneros de la escritura creativa (poesía, teatro, guión de cine), subgéneros de la narrativa (fantástico, policial, experimental, autobiográfico, literatura infantil), lectura y análisis de diversos autores o períodos de la literatura universal. Todos los meses organizamos maratones de escritura, propiciando un espacio lúdico para el intercambio de experiencias creativas. Es decir, todo lo que uno puede imaginar que se gesta y desarrolla en una verdadera Casa de letras.