Caribe Anglófono: Tan cerca, tan lejos

Dossier Caribe Anglófono

Por Azucena Galettini

Narradores Extranjeros Nro. 8

Palmeras, mar trasparente y arena blanca que parece polvo es la imagen que viene a la cabeza cuando pronunciamos “Caribe”. Tal vez, algunos recuerden que la primera revolución de independencia en Latinoamérica se dio en Haití, o que Colón desembarcó en una isla caribeña. Pocos, sin embargo, tienen presente el lugar incómodo que el Caribe ocupa en el continente, en especial el Caribe de habla inglesa; esa extraña condición de estar dentro y fuera al mismo tiempo de América Latina, con la que comparte historia pero no el idioma.

Con la literatura pasa otro tanto: la narrativa de Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, nos resulta familiar aun cuando no podamos ostentar un contacto editorial fluido, pero la del Caribe de habla inglesa no ha llegado prácticamente a nuestras costas y ni siquiera es común que sea traducida al español (con algunas excepciones, como puede ser la obra de Jean Rhys o la de Jamaica Kincaid). Y sin embargo, el Caribe anglófono cuenta con dos premios Nobel: Derek Walcott (de Santa Lucía), uno de los más grandes poetas contemporáneos en inglés, sin distinción de nacionalidades y fronteras; y el polémico V. S. Naipaul (de Trinidad), que ha recibido el título de Caballero en Inglaterra y reniega de sus raíces para llevar su mirada a la India de sus antepasados. Y es que la tensión identitaria debida a la emigración es característica en los autores caribeños: su literatura se publica por fuera de las mismas Antillas. De hecho, el “boom anglocaribeño” se dio después de la década del cincuenta gracias a los autores que comenzaron a publicar y hacerse conocidos principalmente en el Reino Unido. Esa primera camada estaba compuesta por hombres: George Lamming, Wilson Harris, Sam Selvon. Kamau Braithwaite, V. S. Naipaul, Derek Walcott. La visibilidad de las mujeres demoró en llegar, pero en la actualidad su preeminencia es indudable.

En el presente dossier se optó por elegir autoras que residen en los tres principales focos de emigración: Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. Aunque son ampliamente reconocidas en sus países de residencia jamás han sido traducidas al español.

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Se puede acceder al dossier completo en el Número 8 de La balandra digital, o en en la versión en papel, para lo cual hay que suscribirse.