Opinión: Contra la crítica patovica
¿Hay buena o mala literatura? ¿Existen parámetros razonables para poder afirmar que obras quedarían de un lado o de otro? En esta columna de opinión, la investigadora y crítica literaria Elsa Drucaroff pone sobre el tapete un tema que despierta inquietud no sólo en los narradores que se inician sino también en los lectores, e involucra, sin dudas, a la comunidad literaria en general.
Por Elsa Drucaroff
“¿Por qué te gusta tanto esa novela?”, le pregunto a Edgardo Cozarinsky. Estamos reunidos los cinco jurados de un concurso y yo demostré la pobreza sintáctica de la obra, su ignorancia de sinónimos que la hacen repetir unos pocos coordinantes y adjetivos, su superficial tratamiento del conflicto. Edgardo contesta: “exactamente por lo mismo que no te gustó a vos”. Y explica: la pobreza es despojamiento; la superficialidad, distancia y contención. Sé que podría leerse así y me gustan ciertos libros que logran ese efecto pero esa novela me parece simplemente mala. Él sabe que una novela mala cae en errores como los que describo pero en ésa no le parecen errores sino recursos.
No sabemos quién tiene razón. Sí que los libros que ganarán serán los que todos los jurados consideremos buenos. Cada uno consiguió alguno que consideró genial sin consenso. Ganan éticas y emociones hoy valoradas por los cinco: es histórico el consenso entre gustos y emociones. ¿Y la destreza técnica? Habrá criterios objetivos, pero cada época valora la suya…
Se puede acceder a la nota completa en el Número 1 de La balandra digital, o en en la versión en papel, para lo cual hay que suscribirse.