En La Mañana de Córdoba · 03-04-2014

En el Diario La Mañana de Córdoba.

Fecha: 03/04/2014

TENDENCIAS Y ESPACIOS

Alejandra Laurencich: “Pareciera que hay más autores que lectores”

Desde su experiencia como escritora y formadora de autores, pero sobre todo desde su rol de directora de la revista La balandra, reflexiona acerca de las nuevas narrativas y los cambios generados en el mundo literario a partir de los avances tecnológicos.

Alejandra Laurencich

Foto: Rocío Pedroza

Mientras el papel parece perder la batalla ante los avances tecnológicos, el mercado literario sigue creciendo en títulos, autores y formas de posicionamiento y difusión. En medio de ese crecimiento, en la última década se instaló el concepto de “nuevas narrativas” que no sólo se refiere a los procesos creativos sino también a los modos de producción y circulación de dichas obras.

A los fines de indagar sobre éste y otros temas afines, dialogamos con Alejandra Laurencich quien no sólo tiene una gran experiencia como escritora (publicó títulos como «Coronadas de gloria», «Historias de mujeres oscuras», «Vete de mí» y «Lo que dicen cuando callan»), sino que además es la fundadora y directora de la revista La balandra, y acaba de sacar el libro “El Taller. Nociones sobre el oficio de escribir”, una guía práctica para quienes se enfrentan a su primeros escritos.

—Actualmente se habla mucho de las  “nuevas narrativas”. En el caso de que exista esa especie de subgénero, ¿de qué estamos hablando?, ¿cómo podemos definirlo?

—No lo veo como subgénero sino como denominación de un fenómeno literario nacional, el título podría dársele a la obra de autores que empezaron a publicar acá a partir del 2000, quizá un poquito antes también. Durante los 90 eran pocos los jóvenes que lograban acceder a una edición y eran muy pocas las editoriales que los incluían en su catálogo o colecciones. Una de las primeras veces que escuché hablar de nueva narrativa fue en los encuentros organizados por Elsa Drucarof, en 2006 y 2007. Éramos convocados a leer autores que hasta ese momento circulábamos en un segundo plano (¡o tercero o cuarto!) junto a muchos de los que ya eran conocidos, digamos “legitimados” por la prensa literaria y el mercado editorial. En estos encuentros descubrí la enormidad de autores que venían publicando en editoriales pequeñas, casi marginales, que tenían sus propios blogs, que habían ganado premios importantes, habían fundado circuitos de lectura, programas de radio, revistas literarias,  narradores que tenían un poco más o menos que mi edad y que en su mayoría tenían una voz propia, potente, que nada debía envidiarle a los que eran más difundidos y publicados en grandes editoriales. Elsa luego recopiló toda la tremenda investigación sobre el tema en su ensayo “Los prisioneros de la Torre”, que recomiendo. El fenómeno se acompañó además con una enorme cantidad de editoriales independientes que surgieron por esa época. Hoy muchas están consolidadas y tienen proyección internacional.

—Internet, con su multiplicidad de plataformas y formatos, ¿considerás que ha modificado la manera de escribir, de narrar?

—No creo que la forma de escribir o narrar, pero si los canales de propagación de la obra, la posibilidad de descubrir talentos que de otra manera quizá hubiera sido difícil encontrar. A Hernán Ronsino, por ejemplo, yo lo leí por primera vez en una revista que se llamaba El interpretador, hecha por pibes jóvenes con un compromiso literario fenomenal. Leí un fragmento de Glaxo, y dije: “quiero conocer a este autor”, nos pusimos en contacto a través de mails, etc. Unos años después Hernán fue publicado en una editorial que también surgió por esa época, Eterna Cadencia, y sus libros ahora se traducen a distintos idiomas. O el caso de Hernán Casciari, un fenómeno en sí mismo, que empezó a ser conocido por la novela que iba publicando en un blog, y ahora tiene seguidores en los cinco continentes.

—Desde tu experiencia como directora La balandra y también como formadora de autores y supervisora de muchas obras literarias, ¿cómo ves la actividad literaria actual?

—Hay mucha ebullición, mucha efervescencia, encuentros de lecturas, grupos, nuevos emprendimientos, revistas, hay más posibilidad de publicación para los que empiezan que en la época que yo era novata. También hay mucha truchada claro, en el montón aparece gente talentosísima y otros que escriben dos páginas y ya sacan un libro sin ningún tipo de rigor literario o autocrítica, pero el tiempo, supongo, se encargará de ir perfilando al grupo de los que hacen algún aporte significativo al corpus literario.

[…]

Fragmento de la nota publicada en el diario La Mañana de Córdoba. Invitamos a leer completo desde acá.

También pueden ver el recorte de prensa:

Parte 1

Parte 2